Evolución histórica
Hay tal desconocimiento sobre la historia de esta hermandad que incluso se ha llegado a decir que no existía antes de 1936, lo que no es cierto. Sabemos que participaba en nuestros desfiles de principio del siglo XX. En este momento la referencia escrita más antigua nos la sitúan al menos en 1924 y se la conoce como Señor de la Columna o de los Azotes.
Trono e imagen son destruidos en el verano de 1936, durante la Guerra Civil. En la década de los 50, corre por la mente de los fruteros de la época la idea de reavivar la Hermandad del Cristo de la Columna y, a tal efecto, se convoca una reunión en el Ayuntamiento, presidida por el señor alcalde D. Antonio Martínez García a la que son invitados varios fruteros: David Aroca Gómez, Sebastián Córcoles Claramonte, Antonio Roldan “Perete”, Antonio Molina Sánchez y Juan “Novias”. En esta reunión se consolida la idea de refundar la hermandad, y es David Aroca quien más ilusión y empeño pone en el proyecto, encargando la nueva imagen al escultor valenciano José Díes López.
La imagen es una talla de cuerpo entero, con un tamaño natural de un metro y setenta centímetros de altura, en madera policromada sobre una peana procesional, con columna baja en la parte derecha, que culmina la parte superior de la cabeza con potencias. Consigue una obra de una gran calidad tanto técnica como estética, donde podemos destacar la gran voluminosidad de los pliegues de la sábana o sudario, que cubre parte del cuerpo del Cristo, así como el marcado perfecto de los músculos y manos, trabajado minuciosamente.
La actitud sumisa del cuerpo y la expresividad del rostro, dan una perfecta sensación de sufrimiento. La preparación de la madera, la policromía y todo lo concerniente a la decoración de la imagen fue realizada por Salvador Gil.