La presentación del Cartel anunciador de la Semana Santa así como de la Revista constituye un acto todo lleno de emoción y sorpresas. ¿Cuál será este año el Cartel?, ¿cómo será la Revista, quien habrá escrito?, son algunas de las preguntas que nos vamos haciendo a medida que se acercan las fechas clave.
Hoy el acto al que nos referimos es todo un acontecimiento para Tobarra. Exito indudable, lleno garantizado. Comentario seguro de varios días, y aún semanas.
Pero este momento esperado y este trabajo hecho con esmero y deleite no siempre fue así. En poco años ha sufrido un cambio profundo, vertiginoso, despertando expectación y curiosidad inusitadas.
En los años setenta, coincidiendo con la fundación de la nueva Asociación de Cofradías, la Revista era presentada sin más preparativos al efecto, en el seno de la Junta Directiva primero y más tarde en la Asamblea General, a la que -lógicamente- solamente asistían los miembros de la misma. Desde 1972 se editan Revistas a color y en un formato parecido al actual. Hasta esa fecha se trataba de publicaciones más modestas, sin color, pequeño tamaño y pocas páginas. Incluso a veces sólo se publicaba un único díptico, que servía además como horario de cultos. Hay años en los que ni eso. Aunque con esas lagunas, las sencillas y humildes Revistas de los años cuarenta (la primera propia del 47), cincuenta y sesenta constituyen hoy unos auténticos tesoros documentales.
Hasta 1983 la Revista se estuvo presentado en el trascurso de la Asamblea General, como un punto más del orden del día, pero sin otro público que no fueran los representantes de las hermandades. El Salón de Actos de la Cámara Agraria sirvió de marco durante muchos años. En el momento preciso de presentar la Revista no se hace una glosa de la misma, ni un análisis de su contenido. Quizás en esos momentos la expectación es mayor hacia el Mural.
En 1984, mismo escenario, se introduce la variante que da lugar a lo que hoy conocemos: Dos personas hablan específicamente sobre la Revista y el Cartel: contenidos, circunstancias, autores, etc. Y otra novedad: aunque es la reunión de la Asamblea General, ésta es abierta; asiste público en general.
A partir de 1985 ya se monta un acto exclusivo de presentación, fuera de la Asamblea. Hay gran expectación. Pronto el Salón de la Cámara Agraria se quedara pequeño. 1989 será el último año en este lugar.
En 1990 la presentación tiene lugar en la Iglesia de San Roque. (Un biombo separaba la zona del altar). La de 1991 también se hizo en este sitio.
Para la de 1992 se utilizó la nueva Casa de Cultura, todavía sin inaugurar oficialmente.
Y así las siguientes hasta 1999. El Salón de Actos lleno a rebosar y muchas personas en la puerta, sin poder entrar. Con sillas supletorias y los pasillos repletos se podía alcanzar la cifra de 500 plazas. Insuficientes para el interés y las ganas con que se sigue este momento.
En el año 2000, la junta directiva que ocupa la Asociación de Cofradías durante el periodo 1999-2002 decide, no sin riesgos, trasladar el acto al recinto del Pabellón Polideportivo, que ha de preparar adecuadamente después de intensos trabajos de acondicionamiento. De esta manera se aumenta la capacidad hasta las 2000 personas y aún así los últimos años, 2000 y 2001, todavía mucha gente se quedó sin asiento.
En 1995 la presentación de la Revista se hizo con un montaje audiovisual, y de esta forma, con algunas variantes, continúa haciendose actualmente.
También en los últimos años suele intervenir en el acto alguna persona de relevancia, conocido en el ámbito regional o nacional: Juan José García Carbonell, Inmaculada Ruiz Catalán, Pedro Piqueras, Manu Sánchez...
Desde el año 2000, junto con el Cartel y la Revista -ya más conocida como libro de tapa dura desde 1997- se presenta y entrega un Vídeo sobre el contenido de la misma.